Insilio 2. ¿Maru en Roma..?

Traimos pegada al doblez de nuestras faldas la intensidad de la victoria en Vietnam. Teniamos la tristeza de la muerte del Che y de Camilo. Nos inauguraban esperanzas cuando nos contaban de los estudiantes de París con ”Danny el Rojo”.... y nos tejias trenzas de colores para la diablada..

Escuchábamos al mismo tiempo música de Bach en la Biblioteca Luis Angel Arango y a Santana en la "nacho" mientras haciamos fila para el almuerzo, a Daniel Santos, a Escalona y a Alejo Durán, a Carlos Puebla, a Atahualpa Yupanqui; bailamos salsa en el "Goce Pagano". Adorábamos las películas de Antonioni, Godard, Fellini y Buñuel. Y también a Cortázar..nos sumergia en delirio.

Gobernaba con mano dura Virgilio Barco; soñábamos, soñábamos, soñábamos; fumábamos “Pielroja”, bebíamos y cantabamos baladas italianas a cualquier hora y por cualquier motivo.

Conversábamos sentadas en los andenes de la 45 hablando del Eln o del M o quizas las Farc.. mejor ninguno, mejor nosotras, mejor el barco cargado de sueños hacia Roma.. y entonces el Pablo y entonces Talia... y mejor los grupos de teatro que cosechaban éxitos internacionales; nos creiamos los amores promiscuos que se multiplicaban entre el barrio Palermo, la Soledad y la Candelaria; Cuando oíamos Hey Jude, nos poníamos de pie. Lloramos de la mano cuando enterramos al pie de un àrbol en el Parque Nacional, al "mocho", ese pajarito muerto y sin una pata; Capote nos helaba la sangre; despertaba África; la revolución en América Latina había estado a la vuelta de la esquina. Nos saludábamos en la Séptima, camino hacia la cinemateca distrital, y luego el chocolate o el cafecito en el Automatico.

En Chapinero, justamente en el Trevi nos hicimos amigas de la noche.. huimos de un asalto.. NO!! nos meamos de miedo cuando nos robaron el libro de Fisica.. y otro de Matematicas...
Saludabamos a nuestros enemigos hola Marta, qué hubo Jairo...
Cresta la marea de mi corazón es tan alta como sus olas... cuando me acuerdo de mi país...
¿Maru donde estas?